2020 Una Oportunidad

«Todos los días escucho por todas partes, a todas horas y dicho por todo el mundo la frase “Ya queda menos para volver a la normalidad”. Y entonces me recorre un escalofrío por la cabeza que no hace más que confirmar que aún estamos en el principio.
¿Volver a la normalidad? ¿Pero a que normalidad nos referimos? Si nada era normal.
La especie humana había transformado el regalo de la vida en un cúmulo de equivocaciones, incomprensión, egoísmo, desorden, división y deshumanización oscura, muy oscura. Para ser justos hay que reconocer que la especie humana también ha tenido brotes de aquello que le hace especial recordándole, aunque sea de forma inconsciente, que posee una fuerza maravillosa y que forma parte de un equilibrio total.
Lamentablemente estos brotes son escasos y limitados. Pero esta situación mundial muestra destellos de algo que está naciendo y se abre camino, un nuevo equilibrio. No va a ser inmediato, no lo veremos de forma brusca, aún hay mucho que limpiar en el ser.
La humanidad y su forma de caminar por la vida necesitaba una acción/reacción drástica y abrumadoramente inmensa, tanto que jamás hubiera sido posible que ocurriese por medio del hombre. La humanidad se hallaba sin herramientas y sin lucidez para detenerse a pensar de forma firme y eficaz.
Qué duda cabe que somos imperfectos y nunca hubiésemos sido capaces de frenar el desquiciado ritmo en el que nos encontrábamos inmersos, habíamos perdido la unión con el calmado y protector latido de nuestra fuente, de nuestro hogar.
Estamos siendo testigos del comienzo de un nuevo estado, una nueva conciencia que será recordada en el futuro cómo el despertar a la coherencia. Una coherencia que vivirán las próximas generaciones. Serán ellos quienes con la perspectiva evolutiva nos verán cómo subespecie perdida, confusa e ignorante, tal y cómo nosotros vemos a nuestros antepasados haciendo ofrendas a los factores climatológicos, atemorizados por un rayo que no alcanzaban a entender que fuerza superior les castigaba con aquellos desastres.
Ahora tenemos la posibilidad de ofrecer a este nuevo comienzo nuestra aportación creativa, devolviendo así y de forma generosa todo aquello que además siempre nos ha hecho más felices, siendo solidarios, cuidando de todo y de todos, apartando el ego y con él los sentimientos dañinos y oscuros que enturbian nuestra verdadera esencia, desechando la mentira del poder y el dinero, comprendiendo que todos somos iguales y especiales.
Y somos especiales porque todos somos iguales.
Hemos creído ser dueños de los recursos y elementos con los que convivimos, acumulando insatisfactorias necesidades y ciegos ante una realidad que descubrimos al final del viaje, nada nos acompañara cuando dejemos este mundo.
Sólo los sentimientos puros, los sentimientos compartidos y los sentimientos más bellos serán los que hayan dado plenitud y gozo al regalo vivido. El regalo vivido y la experiencia más poderosa del universo, la belleza infinita y calmada, la inmensidad del origen de toda existencia y la conexión invisible más extraordinaria.
Todo esto está en nosotros y tenemos la posibilidad de experimentarlo. Todo este poder que tenemos es el AMOR, nada hay más poderoso que el AMOR y es el AMOR lo único e infinito que nos conecta como especie y como creación».
Corazón, belleza, intuición, armonía, plenitud

Las personas no son crueles, no son malvadas porqué sí. El escenario se ha diseñado de tal forma que cada paso que das, puede cambiar el rumbo de la vida. El pasillo de tu vida está lleno de puertas, cada puerta lleva a un nuevo escenario, y sin que lo tuvieras pensado, de pronto tu escenario es ese que nunca hubieras imaginado.
Entonces te ves a ti mismo preguntándote cómo has llegado hasta aquí. ¿En qué momento dejé mi vida en vuestras manos? ¿Cómo he entrado en este laberinto?
Nadie tendría que malgastar el tiempo, pero todo está hecho para que el dolor se imponga en este mundo, es un plan sutilmente diseñado.
Te encontrarás con muchas personas que vomiten sobre ti, todo su malestar, sus frustraciones, sus miedos, etc. quieren robar tu luz. Pero, de verdad, no son más que víctimas de este plan. Lo mejor en estos casos será perdonarlas y apartarlas de tu lado, simplemente no están en tu frecuencia.
Claro que las experiencias más dolorosas son imposibles de canalizar hacia un sentimiento positivo, pero si lo consigues, será una de las que alcancen mayor recompensa.
El amor es lo único que trasciende las dimensiones del tiempo y el espacio
Todos tenemos una luz y esa luz debe volver a la fuente, a su casa… a tu hogar.
Llegar a la conciencia universal ( tu hogar) y entenderlo todo, con la posibilidad de recordar cómo ha sido nuestro paso, solo lo obtendrán quienes hayan conseguido llenar su vida de emociones en positivo.
Los que han seguido amando la vida estarán en la frecuencia de la conciencia universal, estos habrán pasado “la prueba”, no tendrán que volver al escenario terrenal.
Cuanto más difícil y contrario puede ser el efecto que provoque en mí, mas niveles de enriquecimiento me están regalando. Debo agradecer cada mal gesto, puñal y herida que vengan a hacerme porque me están regalando niveles de comprensión y formas de amar más extraordinarias. Todo lo que está preparado para hacerme daño, y hacerme dudar, no es más que la lección para darme conocimiento sobre el sentido del AMOR.
Las formas de amor que recibimos sin esfuerzo, nos cubren una parcela temporal, pero no nos enseñan. Están para tener un referente cuántico. Digamos que son parte de nuestro kit de fuerzas con las que comenzamos la partida y que cada cierto tiempo nos regalan.
Amar, compartir y disfrutar del viaje.
Aquello que llamamos intelecto y creemos nos hace inteligentes, no es más que otra “trampa” para quitarnos luz.
No confundas el intelecto con el instinto y mucho menos con la intuición.
El instinto es lo más primitivo que nos acompaña en la vida terrenal, el instinto nos ha servido y sigue sirviendo en sus funciones, todas ellas, necesarias, obvias, y además con independencia de actuación sin necesidad de nuestra intervención.
El intelecto es nuestra “trampa” es aquel en el que acumulamos información, dogmas, comportamientos y mucho, mucho ego, nuestro peor enemigo. Hay que erradicar el mayor porcentaje de ego, esta es una de las lecciones más difíciles, pero la más importante para ver quién eres de verdad.
La intuición supera nuestro entendimiento, y conecta con todo lo que somos de forma real y pura, cósmica y cuántica. Recuerda, el intelecto siempre nos lo pondrá en duda.
Hay que trabajar con estos tres principios y gestionarlos de la mejor forma posible.
La vida es la ESCUELA en mayúsculas. Y cuál maravillosa es la verdad de la vida, solo estamos para aprender a SER.
Porque no vamos a dejar que nos ponga barreras, porque todos juntos podemos hacer del mundo algo maravilloso, porque todos los colores no son más que las partes de un mismo haz de luz, porque formamos parte del todo que un día nació y sigue formando parte de todos.
Un equilibrio que se escapa a nuestra comprensión. Un extraordinario viaje.
Todos somos hermanos, hijos, padres y abuelos de una misma raza.
Como ha sido posible que algo tan grande haya ocupado lugar en algo tan pequeño.
«El que tenga oídos, que vea»